El letrado tuvo que recurrir a la policía, tras la negativa del banco a sellarle el escrito de reclamación por Gastos Hipotecarios.
Cuando tramitamos una reclamación bancaria, resulta casi obligado intentar llegar primero –antes de interponer demanda– a un acuerdo extrajudicial, como muestra de buena fe y, de paso, para interrumpir la prescripción.
El problema reside en que ha de quedar siempre constancia de la misma, es decir, no basta con entrar en la sucursal y charlar amigablemente con el operario de turno, sino que la cuestión ha de formalizarse por escrito.
Ahora bien, una vez presentando el escrito, ¿queda constancia suficiente?
De ninguna de las maneras: tampoco podemos conformarnos con escribir una carta, enviar un e-mail o dejar la reclamación en la mesa del director.
Si nos conformamos con esto, la entidad financiera podría argumentar ante el Juez que no tiene constancia de que el cliente le haya presentado reclamación extrajudical alguna. De hecho, es lo que suele hacer, muy especialmente, en la reclamación por gastos hipotecarios.
¿Cómo solventamos el problema?
La forma más sencilla es llevar dos escritos de reclamación extrajudial –uno para el banco y otro para el cliente–, y que la entidad financiera los selle.
Eso debería bastar… Aunque, si hay mala fe por parte del banco, puede suceder que los empleados se nieguen a sellar el documento (probablemente siguiendo instrucciones superiores).
Y esto es precisamente lo que le ha sucedido en Cáceres al letrado del caso que nos ocupa –en una reclamación por Gastos Hipotecarios–, quien tuvo que aguantar cómo los trabajadores de la sucursal no sólo no le sellaron el documento (con la “excusa” de que no tenían “sellos”), sino que le “invitaran” a marcharse “amablemente”. Una vergüenza inaceptable que nadie tiene por qué soportar.
Así las cosas, la Policía tuvo que intervenir
No es habitual, y desde luego no haría falta llegar a ese extremo si hubiera buena voluntad; sin embargo, suponemos que ante la indignación, el abogado optó por llamar a la Policía.
Por si alguien se lo está preguntando, la respuesta es no: la Policía no puede detener a los empleados por negarse a sellar un documento. Pero sí puede levantar acta sobre los hechos acaecidos, para que al menos quede constancia, como así ocurrió.
De esta manera se evidencia la mala fe del demandado, al no querer ni tan siquiera sellar el escrito de reclamación extrajudial.
Obviamente, si interpelamos a los bancos, seguramente replicarán que “ellos no tienen por qué ayudar al consumidor a que les ponga la demanda“. No obstante, desde estas líneas entendemos que negarse a sellar un escrito de reclamación amistosa es ir demasiado lejos: al fin y al cabo, en esencia, quien les está planteando la solicitud –JUSTA Y RAZONABLE— es uno de sus propios clientes, no un tercero ajeno a la entidad.
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